jueves, enero 29

Sueño





Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.
Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.
Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.
Explicádmelo.

(Rafael Alberti)

Ciudad






Una ciudad es todas las ciudades.
Cruzas el mismo andén, las avenidas
iguales y lejanas, tan inhóspitas
como esos edificios que proyectan
su luz vítrea y opaca en el asfalto.
Una ciudad es sólo un sentimiento
de euforia o de catástrofe, un círculo
que es suma de otros círculos
igual de fantasmales.
Es un azar, una ciudad; un tramo
entre dos direcciones de ida y vuelta,
y un idéntico fin y un mismo origen.
Con la mirada hundida, el paso rápido,
recorres sin cesar las mismas calles
que desoladas cercan tu destino.

(Alvaro Valverde)

miércoles, enero 28

Vuelo


La página inundada de silencio.
¿La entiende alguien?

Escribiría: "Oigo
voces de muchos pájaros", o
"Se murió en el olvido", pero
¿lo entiende alguien?

Hábito de silencio,
de voces fragmentadas.

No, probablemente:
mejor ¿informaciones puntuales?,
que se dice.

Y la firma, sin fecha.

El resto del papel, meditando en silencio,
recorrido por la pluma sin tinta,
por la voz de una muda,
se dejará mirar.

Quizá se entienda.

(Julia Uceda)



lunes, enero 19

Ahora



Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?


(Piedad Bonnett)

Realidad



De todos modos,
mientras a pocos metros un hombre es apaleado hasta morir,
a este lado de las cosas, el comercio de ropa de moda
inaugura nuevas tiendas por toda la ciudad.
Pronto estará todo lleno de ellas,
y caminaremos con naturalidad
entre estanterías repletas y cajas registradoras.
La enfermedad es la fiebre que nos hace escribir "normalidad"
en las páginas de una contabilidad extraña.

(Julia Otxoa)

viernes, enero 2

Deseo


He fumado en las pausas de la vida
las lentas hojas de tabaco oscuro,
he cuidado mis plantas, y en la tarde
he aguardado escribiendo
aquello que se fue o lo que deseo
que en adelante llegue para así
poder perderlo todavía.
He aguardado fumando, y el tabaco
ha sido un dulce aroma, mi esperanza
de tabacos más dulces, de otras hojas
en las plantas que cuido y que deparan
una flor a mis ojos que todavía esperan.
Y cuando ya mis ojos no consigan
encontrar el camino alegre de la espera,
y cansados demanden una última pausa
para fumar en calma y recordar,
yo quisiera que entonces
mi vida hubiera dado una cosecha
apretada y hermosa,
lo mismo que la planta del tabaco,
que tal vez ya no sepa
conservar para mí el sabor que ahora tiene,
consolarme esos días.
Que mi vida suplante a ese tabaco
para poder prensarla, estando seca,
sentirla entre los dedos, llevármela a la boca.
Que el fuego la convierta en humo dulce,
en un último aroma.

Vicente Gallego

Inicio


He llegado al inicio,
como quien se extravía
bajo la rotación laberíntica
de un bosque sin raíces.
Y doy vueltas
Y vueltas
sobre mi propia herida
tras la única gasa
que macera el silencio y su drenaje,
la dársena del tiempo.
He llegado al inicio
y mi nombre no era
más allá de un abismo sin aliento
y mi cuerpo sin nombre
se llenaba de lámparas
y niñas,
perdía pie
sin reservar la hierba.
Y mi arena se oía
crepitar hasta el fondo
sobre el granizo muerto.
He llegado al inicio
sin saber hacia dónde desvivirme,
sin creer en la muerte de las olas,
habitando la ausencia de mí misma
Y no encuentro
el reloj
que repare mi arena.

Rosana Acquaroni
De "Lámparas de arena" 2000